Ante la noticia del intento de subastar material histórico perteneciente al Club Argentino de Ajedrez y patrimonio, en definitiva, de todos, adjunto la siguiente nota como un intento de movilizar a los aficionados y maestros y preservar lo nuestro.
Por favor dejen en este blog su opinión o bien envíenla a: fascinus64@gmail.com
Gracias.
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Martínez, 25 de julio de 2007.
Carta abierta a los amigos del ajedrez:
Con amarga sorpresa leí el pasado 24 de julio en la página de Chessbase la noticia de la oferta en subasta de un reloj de ajedrez usado en el histórico match Alekhine – Capablanca de 1927.
Como aficionado al juego y socio del Club Argentino no puedo dejar de expresar mi total desacuerdo con tal propuesta. Y no creo equivocarme al pensar que a muchos les habrá ocurrido lo mismo. He aquí el origen de esta carta abierta.
Está en la esencia misma de las instituciones, su permanencia en el tiempo más allá de los individuos que las integran así como el resguardo de sus valores. Por los salones del centenario Club Argentino de Ajedrez han desfilado innumerables aficionados y maestros, y a lo largo del tiempo han dejado su marca en el recuerdo.
Y es que eso es en definitiva un club de ajedrez: la continua pasión por el ajedrez de sus socios que supieron primero, fundar y luego hacer crecer y cuidar el esfuerzo de los que estuvieron antes.
No voy a hacer aquí una reseña de la importancia histórica de lo que se pretende enajenar. Todos lo sabemos y es nuestra responsabilidad preservarlo, por nosotros, socios y aficionados del ajedrez en la Argentina, por los que estuvieron antes con la misma pasión, y también, y aún mas importante, por los que vendrán después.
No permitamos que un interés circunstancial nos haga perder en forma irreparable parte de nuestro patrimonio histórico y nuestra memoria.
Amarga sorpresa, pero se informa también que ya ha sido vendido otro reloj usado en el mismo match. Y se acompañan fotos del juego y la mesa originales. También nuestras son planillas del evento y la mesa donde lucharon Fischer y Petrosián. ¿Cuánto de nuestra historia debemos perder antes de reaccionar?
Por eso les pido que no permanezcamos indiferentes y expresemos nuestra terminante oposición a esta política hija de una decadencia dirigencial que afecta a nuestro país desde hace ya, demasiado tiempo, que solo cuenta a su favor con la desidia, y que conoce bien el precio de todas las cosas y el valor de ninguna.-
Dr.Marcos De Anna