Al templo de Caissa han dirigido sus plegarias los grandes campeones.
Y la diosa ha respondido con prodigalidad. Pero no son ellos sus únicos devotos, no, tal vez sean sus máximos sacerdotes, defensores y profetas. La mayor fuente de devoción proviene sin embargo de los innumerables aficionados al juego que generación tras generación han bajado sus cabezas hacia el tablero en profunda meditación y respetuoso silencio ante lo desconocido.
Día tras día amigos, enemigos, adversarios, compañeros, han rendido tributo con mil batallas, han discutido infinidad de posiciones, se han lamentado sin consuelo, han quedado absortos ante la belleza de una idea imposible, que logra abrirse paso entre las casillas.
Y esa enorme y desinteresada devoción ha sido agradecida por la diosa aun más generosamente.
No, no han sido campeones legendarios, sus nombres no han llegado hasta nosotros, estuvieron y están en silencio o locuaces, en parques, clubes, cafés, pequeñas habitaciones, computadoras, adelantando y retrocediendo con sus piezas, jugando, estudiando, enviando con cada pieza que se mueve una secreta plegaria.
Son desconocidos pero todos hermanos, ignotos y persistentes.
Pero eso no es lo importante. Como con la vida misma tal vez descubramos un día que la meta no es en realidad la meta, sino el camino mismo.-
Y la diosa ha respondido con prodigalidad. Pero no son ellos sus únicos devotos, no, tal vez sean sus máximos sacerdotes, defensores y profetas. La mayor fuente de devoción proviene sin embargo de los innumerables aficionados al juego que generación tras generación han bajado sus cabezas hacia el tablero en profunda meditación y respetuoso silencio ante lo desconocido.
Día tras día amigos, enemigos, adversarios, compañeros, han rendido tributo con mil batallas, han discutido infinidad de posiciones, se han lamentado sin consuelo, han quedado absortos ante la belleza de una idea imposible, que logra abrirse paso entre las casillas.
Y esa enorme y desinteresada devoción ha sido agradecida por la diosa aun más generosamente.
No, no han sido campeones legendarios, sus nombres no han llegado hasta nosotros, estuvieron y están en silencio o locuaces, en parques, clubes, cafés, pequeñas habitaciones, computadoras, adelantando y retrocediendo con sus piezas, jugando, estudiando, enviando con cada pieza que se mueve una secreta plegaria.
Son desconocidos pero todos hermanos, ignotos y persistentes.
Pero eso no es lo importante. Como con la vida misma tal vez descubramos un día que la meta no es en realidad la meta, sino el camino mismo.-
Ah... ¿Conocen Ustedes el secreto de Morphy?
Como pocos él ha sabido seducir a Caissa...
Como pocos él ha sabido seducir a Caissa...
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¿Que veremos en el Templo de Caissa?Un primer y breve comentario introductorio.
Intentaremos entender cómo y porqué una idea aparece en la mente del maestro. Tarea difícil porque muchas veces el autor mismo de la jugada lo ignora. Pero si no podemos saber exactamente en qué pensó el jugador en un momento determinado, podemos en cambio sí preguntarnos como pudo verosímilmente surgir la idea, y desandando ese camino nos prepararemos para traer a la luz nuestras propias creaciones.
Trataremos de aislar conceptos útiles para la conducción de la partida y relacionar ejemplos con características afines para una mejor comprensión. A medida que desarrollemos estas páginas volveremos a estas ideas.
1 comentario:
mucha poesia, cuando vamo' a la nerca ?
Siga adelante troesma, y no me tome en serio. Lo felicito
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